Andamos por este mundo sonríendo

Años atrás, los jóvenes militaban con la misma energía y con las mismas ganas de dejarle a sus hijos un país y un mundo mas justo, con igualdad de oportunidades para todos. Pero esas ganas y esa energía se veían fuertemente contrarrestadas por la violencia, los golpes, la sangre derramada, las dictaduras, el dolor y la persecusión constante que sufrían todos los días por su lucha de vivir en un lugar mejor. "Ando por este mundo sobreviviendo" resume sabiamente la canción, a ese sentimiento, seguramente incomparable, de luchar contra el terror que instalaron las Fuerzas Armadas y algunas corporaciones que participaron activamente en el objetivo de aniquilar un sistema de producción industrial con justicia social, impulsado por los sectores populares. La lógica no tiene sentimientos, y esa lógica consistía en aniquilar a ese sistema de producción industrial junto al pueblo que lo impulsaba y a la herramienta con la que contaban para ello: la política. Tan decididos estaban esos jóvenes a transformar la Patria, que tuvieron que desaparecer a 30.000 compañeros para evitar el cambio. Así se iniciaba el proceso de despolitización de la sociedad, porque un pueblo que no piensa es más manipulable para los intereses de unos pocos.

Pero ese sistema neo liberal iba a colapsar y a tener sus efectos mas visibles en diciembre del año 2001. Más tarde, llegaría un pingüino del sur a demostrarnos que esos ideales seguían presentes y que era una obligación moral ponerlos en práctica. Poco a poco, los años transcurrieron, las obras se hacían realidad y el pingüino, junto a su hermosa pingüina compañera, fueron enamorando a buena parte de los jóvenes críados en épocas de engaños, cuando la política era mala palabra. Miles de jóvenes vimos en él a un hombre convencido que nos proponía construir un país más justo a través de la política, esa vieja maltratada. Fuimos muchos los que nos fuimos incorporando a este Proyecto Nacional, pero invisibilizados por quienes no les conviene que nos hagamos ver. Hasta que una triste mañana de octubre, y tras una drástica noticia, los jóvenes salimos a las calles a despedir a nuestro viejo, a ese que nos inspiró a luchar. Durante esos días, nos hicimos ver mas que nunca, los grandes medios no nos pudieron seguir ocultando y rompimos esa barrera que pretendía tapar el sol de nuestros ideales con las manos mezquinas de los intereses corporativos. 

 Tal como él quería, florecieron miles de flores que están dispuestas a profundizar el Proyecto que encabeza nuestra compañera Presidenta. En este marco,  resulta vital ser conscientes de los momentos históricos que estamos viviendo, donde los jóvenes estamos tan comprometidos como los jóvenes de otras épocas, pero con una gran ventaja que no podemos desaprovechar: hoy por hoy militamos en un país donde reina la democracia, la paz, la libre expresión y donde las dictaduras ya no tienen la mínima posibilidad de volver. No es un detalle, ¡es una ventaja de los tiempos que corren que nos obliga a redoblar los esfuerzos! ¡Si los jóvenes de otras épocas pudieron hacer tantas cosas en medio de la violencia y con el viento en contra, cómo no vamos a poder nosotros! ¡Sería un grave error ponernos a descansar, teniendo tanto por delante! 

Es nuestro deber darnos cuenta... antes los jóvenes luchaban sin descanso, pero también "andaban por este mundo sobreviviendo". Hoy, cuando reina la paz y la democracia, los jóvenes debemos seguir militando con más energía que nunca, porque "andamos por este mundo sonríendo".