UES: Historia y presente

La UES (Unión de Estudiantes Secundarios) fue creada en 1953 por el gobierno de Juan Domingo Perón, era un órgano institucional, el cual recibía el apoyo del Estado. En poco tiempo se entregó a la rama femenina el edificio de la calle Suipacha 1034 en la cual había incluso dormitorios para las estudiantes que venían del interior del país y se acondicionó un sector de la residencia de Olivos para que practicaran deportes. La rama masculina disponía de las instalaciones pertenecientes al Estado donde antes había funcionado el club Comunicaciones en la calle Republiquetas 1050 en el barrio porteño de Núñez. Todos los gastos necesarios para el funcionamiento de esta organización corrían a cargo del Estado, que proveyó inmuebles, personal del Ministerio de Educación, instalaciones, etc.

Los sectores opositores al gobierno estaban en contra de ella y en 1955, con el golpe de estado, lograron destruir todo tipo de organización en los secundarios.

En 1973 empezó de nuevo el intento de la creación de la UES, era una forma de rebeldía y resistencia contra las dictaduras que se venían soportando. En esta nueva UES, los estudiantes no contaron con el apoyo del Estado, sino que estaban enfrentados a él, y desde ahí buscaron diferentes formas de organizarse para mejorar las condiciones en las que estudiaban y luchar políticamente por el regreso del General Juan Domingo Perón.

Con la última dictadura de 1976, donde la muerte y el dolor estaban impregnados en todas partes, la UES se desintegró, ya que la mayoría de los estudiantes fueron reprimidos, muertos y desaparecidos por ella. Y de esta forma se le logró dar fin a un movimiento revolucionario de pibes organizados en defensa del interés del Pueblo.

Gracias a la voluntad de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quienes pusieron a la actividad política en el centro de la escena nuevamente, los diferentes espacios de secundarios integrados en la militancia juvenil peronista vuelven a organizarse para que la UES sea lo que siempre fue: una herramienta popular que consolide la justicia social, tanto a nivel educativo como en cualquier otro ámbito.