No es una frase más, no es un eslogan del PRO, se trata de una convicción profunda. Las políticas neo liberales que reinaron en la Argentina durante décadas generaron miseria, hambre, pobreza y miles de pibes desprotegidos. El Estado era un obstáculo, no servía, se desentendía de las demandas populares. Así fueron creciendo las villas, los comedores comunitarios, las desesperanzas. Más pibes en las calles, menos en las escuelas. Más privatizaciones, menos puestos de trabajo. Más despidos, menos oportunidades.
Pesadísima herencia neo liberal que poco a poco fuimos saldando. ¿Todavía falta? Por supuesto, ocho años de gestión no son suficientes. En este punto resulta esencial que comprendamos el rol de la militancia: no se trata solamente de convencer, de sumar, de crear poder popular... también se trata de estar presentes donde exista una injusticia, un problema.
Y ser conscientes de la desprotección que generó ese modelo de país, hoy presente en la Ciudad de Buenos Aires. Miles de pibes dejaron de tener un próposito de vida claro, sus padres perdieron el trabajo, la escuela funcionaba cada vez peor. Le hicieron lo peor que le pueden hacer a una familia: le robaron la dignidad.
En ese marco, llegaron dos pinguinos del sur que comprendían que había que devolverle la dignidad al pueblo, había que contener a esas familias, a esos pibes, a esos jubildados hundidos en la miseria. Así fue como poco a poco fuimos creciendo, fuimos incluyendo y conteniendo. A través de los cinco millones de puestos de trabajo; a través de los servicios básicos como el gas, el agua potable y la energía; a través de los nuevos jubilados; a través de la educación y la Asignación Universal por Hijo; a través de la vuelta de las paritarias; a través de las obras públicas, entre otros logros.
Debemos seguir profundizando, vamos por buen camino. A través del deporte, de más trabajo, de la enseñanza de oficios y de la cultura popular seguiremos incluyendo y transitando el camino hacia la justicia social por la que luchamos. Nunca va a ser fácil porque siempre van a existir pequeños pero poderosos sectores que no quieren repartir ni una décima de su rentabilidad, pero no nos olvidemos que los pinguinos también supieron inspirar a millones de jóvenes para participar en política. Cada día somos más, cada día el valor de la militancia y el compromiso contagia a más pibes en todo el país. Pibes que desde muy chicos se encuadran en una organización presente en cada rincón de la Patria.
No nos apasiona la política por la política misma. Nos apasiona porque es la herramienta para transformar la realidad. Porque a través de ella podemos lograr que haya más trabajo, que los pibes se realicen... que el Pueblo sea feliz y la Patria grande!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario